Montserrat Catalá

El espacio de las artes escénicas es un lugar en donde se entrecruzan la magia, la creatividad, el trabajo y la belleza. Una composición teatral está compuesta de variados elementos y oficios: directores, guionistas, actores, bailarines y por supuesto, las y los encargados de crear y montar el escenario en el cual se desarrollará el drama. Formada como Diseñadora Teatral en la Universidad de Chile y con vasta experiencia desempeñándose en el Teatro Municipal de Santiago desde 1980, Monserrat Catalá es una de las mujeres más destacadas en el ámbito del diseño teatral, especialmente, en el área de la creación y confección de vestuario.
 
Coordinadora del Taller de Vestuario del Teatro Municipal de Santiago, Monserrat fue tejiendo su carrera en diversas producciones, tanto teatrales como audiovisuales. Fue formada en la Escuela de Diseño Teatral de la Universidad de Chile con profesores como Pablo Núñez, Ruby Goldstein y María Kluczynska, con quien formó un vínculo profesional que se mantuvo en el ejercicio de su labor. Para Monserrat, María o “la señora María”, como ella la nombra, fue una gran maestra que le permitió interiorizarse en el trabajo en terreno del diseño teatral, así como también dejar andar su creatividad con la experimentación de diversas técnicas y materiales para la elaboración de vestimentas teatrales.
 
Monserrat comenzó su desempeño profesional en los arduos años de la dictadura militar en Chile, en donde tanto el teatro como el mundo de las artes en general se vieron fuertemente reprimidos en su actividad y labor. En el plano de las artes escénicas, las obras de teatro “clásicas” eran las únicas permitidas, ya que cualquier otro tipo de teatro de carácter más “social” era considerado contrario al régimen dictatorial. El teatro callejero era constantemente reprímido, y presentar una obra significaba la posibilidad de ser apresada por las fuerzas policiales. A pesar de ello, Monserrat se mantuvo firme en el trabajo escénico, y fue invitada por diversos profesores a trabajar en la constitución escenográfica.
 
Pero Monserrat no sólo se ha desempeñado en el ámbito de la exposición teatral, sino también ha tenido importantes vínculos en el campo audiovisual. En colaboración con Ricardo Larraín, comenzó trabajando en la confección de vestuario en comerciales y publicidad, para luego dar el salto a producciones cinematográficas de larga duración con la coproducción chilena-alemana “El ciclista del San Cristóbal (1989)”, y luego en el filmaje de “La Frontera (1991)”. A esas producciones se agregaron otras como “Coronación (2000)” y “Héroes (telefilmes, 2007)”.  En todos estos montajes, Monserrat señala que el presupuesto era limitado y más bien bajo, por lo que había que buscar e investigar otras formas de generar buenos efectos en los vestuarios. La creatividad y la búsqueda constante de formas de expresión en el vestuario han sido su sello distintivo durante su carrera como diseñadora.
 
Su trabajo de más de cuarenta años en el Teatro Municipal de Santiago, sumado al desempeño que ha tenido como diseñadora en las producciones audiovisuales antes mencionadas, hacen de Monserrat Catalá una diseñadora teatral excepcional, vigente y en constante evolución.