Ilustración: Sol Díaz
Biografía: Samka Durán

Margot Loyola

Folclorista, compositora, guitarrista, pianista, recopiladora e investigadora
1918 - 2015

Junto con Violeta Parra y Gabriela Pizarro, es considerada una de las tres investigadoras esenciales del folclore de Chile. Ana Margot Loyola Palacios (Linares, 15 de septiembre de 1918-Santiago, 3 de agosto de 2015) fue una destacada folclorista, compositora, guitarrista, pianista, recopiladora e investigadora del folclore chileno.

Su madre trabajó toda su vida como farmacéutica, por lo que no estuvieron muy cerca. Su padre era una persona que compraba y vendía propiedades en los alrededores de Linares, así que se movían entre el pueblo y los campos. Así recorrieron toda la zona.

Margot realizó estudios de piano en el Conservatorio Nacional de Música de Chile, con Cristina Ventura, Rosita Renard y Elisa Gayán, y estudios de canto con Blanca Hauser. Tomó clases de danza con Cristina Ventura. Junto con su hermana Estela, formó su primer grupo musical, “Las Hermanas Loyola».

De a poco fue ganando fuerza en sus inquietudes la búsqueda de nuevas claves en la fuente del folclor chileno. Así, realizó viajes a las localidades de Alhué, Pomaire y Colliguay que la iniciaron en su labor de investigadora, que desarrolló casi sin interrupciones desde 1936.

En 1944, el Instituto de Investigaciones del Folklore Musical contactó al dúo de Las Hermanas Loyola, para incluirlas entre las cultoras e intérpretes que formarían parte de la grabación de la antología discográfica Aires tradicionales y folclóricos de Chile. En 1950, el dúo se separa y Margot continúa su carrera solista. Su permanente interés le permite incluir géneros aún no tratados en la interpretación de la música tradicional, como son los cantos mapuche y las antiguas canciones de Rapa Nui.

«Todo lo que yo investigo está relacionado con el hombre. Por eso, cuando voy al medio que pasan dos cosas: primero vivo, no pienso. Vivo el paisaje, me emociono. Descubro al hombre y aprendo de él todo lo que pueda y quiera enseñarme. Gozo viendo caminar a una mujer. Me gusta oírlas, mirarlas, tocarlas, me gusta descubrir la dimensión humana. Así aprendo cosas que ni he pensado preguntar. La observación directa y el acercamiento personal son lo primero que experimento. Luego grabo y posteriormente, estudio. Indago, veo parámetros musicales, rasgos estilísticos, etc.», dice en este artículo titulado Conversando con Margot Loyola. 

Entre 1956 y 1958 realiza su primera gira por Europa. Margot graba para RCA dos discos en Francia y uno en España, dos para Mezhdunarodnaya Kniga en la ex Unión Soviética y otro para Electrecord en Rumania.

Su encuentro con el folclorista Osvaldo Cádiz la motivó a formar en el año 1962 el conjunto “Palomar”. Su labor se vio truncada por única vez con el Golpe de 1973. Recién en 1975 pudo volver a retomar su antiguo ritmo de trabajo, en el programa televisivo «Chilenazo» reanudando lo que había quedado interrumpido en «Recorriendo Chile», su primer espacio en Televisión Nacional.

De sus cursos dictados en la Universidad de Chile, surgieron los ballets folclóricos “Loncurahue” y “Pucará”, y el grupo “Millaray”. Posteriormente, de allí también surgieron el “Ballet Folclórico Nacional Aucaman» (1965), antecesor del BAFONA, y el conjunto folclórico “Cuncumén”.

Desde 1972 se desempeñó como maestra de las cátedras de folclor y etnomúsica en el Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), misma casa de estudios que en 1998 la nombró profesora emérita y que en 2006 la invistió con el grado de doctora honoris causa.

Fue Premio Nacional de Artes Musicales en 1994, a lo largo de su vida recibió muchas distinciones y reconocimientos por sus distintas labores, pero por sobre todo por su entrega y amor al folclor.

En el año 2014, el Museo Nacional de Historia Natural realizó una exposición llamada «Margot Loyola, un poco campesina, un poco maestra, un poco cantora», que se transformó en casi el único homenaje en vida que recibió la folclorista, y que celebra y pone en valor su obra y su legado. Además de esta exposición, este museo alberga la colección Loyola-Cádiz, donada a esta institución, y que contiene objetos tales como instrumentos musicales, fotografías, discografía, objetos textiles, etc.

Margot Loyola desarrolló múltiples actividades de estudio que dieron origen a dos libros: Bailes de Tierra (1980) y El Cachimbo (1994). Además de los videos “Danzas Tradicionales de Chile” (1994), “La Zamacueca” (1999) y “Los del Estribo, Cantos y Danzas Populares de Chile” (2001).

Los trabajos de Margot fueron pioneros en la recopilación de cantos mapuche, de la Isla de Pascua, Chiloé y Tarapacá, y los de Violeta —que siguió sus pasos— aportaron recopilaciones de gran parte del territorio nacional. Ambas son responsables de llevar a la industria cultural chilena sonidos, ritmos y tipos musicales desconocidos o ausentes de lo que se reconocía como folclor, tales como el rin, las canciones y tonadas punteadas, los esquinazos, las polkas y valses tradicionales, la pericona, la mazurca, la sirilla y refalosa, el cachimbo, el huayno y el trote, además de formas rítmicas de los pueblos indígenas del norte y centro-sur del país.

Pese a que Margot Loyola no se desarrolló vastamente como letrista y su compromiso con la izquierda puede leerse por su vinculación como figura pública con el Partido Comunista, incluyó dentro de su repertorio canciones a las que ella puso música y tienen un claro contenido social y político, como las Cuecas a Manuel Rodríguez (letra de Pablo Neruda) o como las escritas por su amiga y militante comunista Cristina Miranda: “Dolor del indio” (1945) y “El triste minero” (1946). Margot muere el 3 de agosto de 2015, Chile vivió dos días de duelo nacional, para recordar a la maestra de maestras.

Fuente(s): 

Academia Nacional de Cultura Tradicional Margot Loyola Palacios

Revista Cuicuilco

Revista Musical Chilena

.